(Morón, 10/7/2018). Una organizadora nata. Así se puede definir a Cecilia Romano Núñez, directora de Temple Fm. Mientras sirve un vaso de agua y contesta una llamada mientras apoya el teléfono en su hombro, esta mujer que llegó hace un par de años a los 40 además vigila que su pequeño hijo Thian no se lastime mientras corre por las instalaciones de la radio donde trabaja.

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Periodista por vocación y sin su título oficial por falta de tiempo, Cecilia inició sus estudios haciendo foco en la locución pero la tarea de madre y trabajadora hizo que sus materias quedaran abandonadas por el camino. Eso no provocó que la vida no le haya dado la sorpresa de alcanzar la dirección de una radio. Hace 5 años ingresó a la FM como columnista invitada de un programa que, en el 2013, hacía su amigo Juan y desde allí su relación con Temple no paró.

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Energética y sonriente recibe a todas las personas que trabajan en su amada “segunda casa”. Tan amada que cambió su vida entera para poder dedicarse a ser su directora. De Versalles se mudó a Haedo, su marido cambió de trabajo, su hijo de colegio. “Mi vida no gira alrededor del sol, sino de la radio”. Y es que el sistema solar de la 93.3 demanda una energía que la ocupa 24 horas. Temple Fm es una radio comunitaria y al ser escasos los recursos económicos, también lo son las personas disponibles para realizar todas las tareas que conllevan.

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De lunes a viernes a las 05:30 am suena el despertador. El colegio y la compra del supermercado son tan importantes como la producción de un programa y el pago a los proveedores. Las críticas y objeciones por la falta de tiempo de los seres queridos siempre están, pero eso no detiene a una mujer comprometida con su trabajo. En el estudio de radio siempre hay algún peluche nuevo y en la cartera nunca faltan las facturas de los impuestos por pagar. Los recordatorios habituales en la agenda son las reuniones en el colegio, la compra semanal del supermercado. La agenda de madre y de directora se superpone pero nunca se reemplazan.

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“¿Mi función? Ser la madre de esta radio”, afirma mientras sonríe, sabe que lo que dice tiene un doble significado. Dentro de la 93.3 cumple la función de coordinar, planificar y supervisar todas las tareas que se realizan, pero también la de aconsejar, ayudar, y hasta la de comprar algún chocolate cuando alguna cara triste lo necesita. Cecilia ha logrado construir a través de estos 5 años no solo un equipo de trabajo cooperativo y comprometido, sino que creó un ambiente laboral familiar y amigable, donde cada uno cuida a Temple como su segunda casa.   

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Ubicada en el barrio de Haedo, la 93.3 trasmite desde hace 10 años y fue una de las primeras en la zona. Debido al escaso presupuesto que tuvieron para invertir y por la burocracia de los trámites administrativos, la trasmisión tuvo sus altos y bajos, varios meses inactiva y muchas fechas de cobro sin poder pagarles en tiempo y en forma a los empleados.

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¿Cuáles son las dificultades que, frecuentemente, una radio local tiene que pasar?

Temple es una radio que hace todo a pulmón. Actualmente no recibimos ayuda publicitaria del municipio, como sí la recibimos en otros momentos, esto no impide que estemos al día con el cumplimiento necesario para su funcionamiento, pero marca la diferencia en tiempos de crisis del país, cuando lo primero que se ve es la baja de publicidad. Aunque, cuesta y mucho, lo que se saca de los programas es para los operadores, los demás gastos corren todo por nuestra cuenta.

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¿Cómo surgió la idea de crear Temple?

Temple surgió con la idea de cambiar y renovar el nombre de la emisora anterior de la 93.3, buscando que la gente entienda el objetivo primordial de la radio y su fin, que para nosotros es ayudar, y creemos que la palabra “temple” refleja el por qué de la radio.

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¿Cuál es tu función dentro de la radio?

Mi función es la dirección y producción general. Soy quien recibe a los nuevos proyectos de programas, sin importar si poseen o no conocimiento, ya que de no poseerlo se los ayuda a poder hacer lo que desean. A su vez me encargo de todo lo relacionado con sponsoreo y publicidad.

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¿Cuáles son los desafíos que hoy tienen las radios comunitarias?

Antes, las radios comunitarias, creo yo, eran más respetadas. Hoy en día se utiliza cualquier excusa para restarles prestigio y nadie se da cuenta que tienen una gran importancia. Temple más que comunitaria, yo la definiría como solidaria, ya que la radio comunitaria permite la expresión a los que no tienen voz sin importar bandera política o clase social; la radio comunitaria no es en sí una radio que hace algo por la comunidad sino más bien cumple la función de dar la oportunidad a la comunidad para que haga algo por ella misma. Temple si bien tiene muchos aspectos similares a la comunitaria, es solidaria porque tiene como fin poder ayudar a quienes lo necesitan a través de su responsabilidad social. Los festivales solidarios, donaciones y demás lo enmarcamos en un contexto lo más profesional posible, si bien el micrófono está disponible para quien lo necesita, nuestro principal objetivo es utilizar a la radio como un medio para ayudar a los demás.

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¿Desde el Estado, existen medidas de ayuda financiera o promoción de políticas que beneficien a las radios locales?

Nosotros no recibimos ayuda ni del organismo de control EnaCom ni del Municipio de Morón, aunque sí la recibíamos con la administración anterior. Ahora con el cambio de gestión en el municipio no recibimos apoyo económico ni financiero pero si el apoyo institucional, por ejemplo, al realizar algún evento solidario.

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¿Cuál es la relación que tienen con la comunidad local?

Nuestra relación con la comunidad es un tanto difícil de explicar. Si bien los vecinos están contentos con nuestra existencia porque ven que tenemos fines solidarios y productivos, nuestra ubicación en una zona residencial, dentro del barrio de Haedo,  hace que una minoría de vecinos no les agrade cuando por ejemplo realizamos algún evento solidario donde utilizamos el espacio al aire libre.

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¿Cómo es la relación entre los colaboradores dentro de la radio?

Entre compañeros no tenemos problemas alguno, ya que quienes llevamos a cabo la radio lo hacemos con mucho esfuerzo y sacrificio, todos tiramos para el mismo lado. Tanto los participantes de los programas como operadores tienen bien en claro cuál es nuestra función y qué significa ser parte de Temple.

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¿Qué significa en tu vida Temple?

Temple es mi vida, mi segundo hogar, si no la tuviese sentiría que me falta algo. Desde el comienzo, decidí abocarme de lleno a este proyecto. Tal es así que llegué a estar tres días durmiendo en las instalaciones de la radio para terminar las reformas y estar pendiente de que no falte nada. Si fuera por mí, viviría ahí (se ríe) pero después nació mi hijo Thian y todo se hizo un poco más difícil, pero igual, seguimos en la lucha de poder hacer de esta radio lo mejor.

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Debido a tu experiencia ¿Cuál crees que es la importancia de la existencia de las radios locales?

Las radios locales y comunitarias buscan producir algún cambio. Muchas veces no solo sin cobrar sino también poniendo de su bolsillo y ahí radica el cambio, cuando pasa a formar parte de tu vida de forma intrínseca. Las radios grandes buscan llenarse el bolsillo y muchas veces creen que por solo brindar información ya está, está todo hecho. Para quienes hacemos Temple, el medio de comunicación debe tener un fin. El nuestro es no solo informar, entretener, educar, orienta, sino también ayudar a la comunidad.

 

¿Cuál es la situación actual de las radios locales?

Las radios locales están intentando subsistir ante este sistema, donde los grandes medios tienen el poder y la lucha está en cada una de las radios. Actualmente existe un gran temor al ver que los grandes medios están pasando por una crisis, ya que, lamentablemente, las radios locales dependemos de la situación económica del país.