top of page

Informes

Informe: gestión y supervivencia de las radios comunitarias en Morón

El desafío de salir al aire 

Por Gonzalo Zurano

(Morón, 10/7/2018). “No tenemos ninguna pauta oficial. Los tarifazos nos ahorcan económicamente, obligándonos a no transmitir por aire durante la trasnoche para poder enfrentar los costos de la luz, la degradación de ingresos por la malísima situación de las pymes y empresas locales que achicaron a cero su inversión en publicidad”.

El dueño de esta frase es Pablo Ovín, Director de la FM Fribuay, una radio comunitaria del partido de la zona oeste del conurbano bonaerense con especial injerencia en el partido de Morón.

En el distrito funcionan tres radios comunitarias desde hace más de 20 años y  por sus estilos, cada una se convirtió en emblema de algún sector de la comunidad local. En el caso de FM Fribuay, su apoyo a las bandas de rock locales es quizás el rasgo más característico al que se le suman programas de política del conurbano.

Otra de las radios comunitarias es FM En Tránsito que pertenece a la Cooperativa de Trabajo para la Comunicación Social, y está ubicada en el centro de la ciudad de Castelar. En Tránsito también se caracteriza por promover el arte y la cultura de Morón pero además es la primera radio cooperativa del país.

“En la actualidad la radio no recibe pauta oficial y desde mayo de 2016 venimos reclamando el cumplimiento de la ordenanza que regula la publicidad oficial en Morón. Nunca obtuvimos respuesta formal sobre el destino de esos recursos”, cuenta Patricio Enciso Riveros, un integrante de la cooperativa.

Riveros se refiere a la ordenanza municipal sancionada en 2011, que regula la distribución de la pauta, con el fin de que esta no sea discrecional y para eso la norma establece ciertos parámetros o patrones, entre ellos que “el Municipio de Morón distribuirá equitativamente la contratación de avisos de Publicidad Oficial entre los distintos medios de comunicación respetando la pluralidad de medios y evitando marginaciones o prejuicios fundados en razones ideológicas, políticas y/o partidarias”, cómo establece el artículo 18.

En el caso de FM En Tránsito, actualmente la emisora se ve perjudicada por la falta de cumplimiento del artículo 22 de la norma, que dice: “con el objeto de fomentar el pluralismo informativo y la diversidad de voces, la Autoridad de Aplicación destinará anualmente un porcentaje del cuatro (4) por ciento como mínimo garantizado del presupuesto total previsto para publicidad oficial, para difundir las campañas publicitarias en los medios cuyos licenciatarios o editores sean organizaciones sociales sin fines de lucro”, ya que la Cooperativa es una organización sin fines de lucro.

A estos dos casos de radios comunitarias que sobreviven sin ningún aporte del Estado, se le suma el caso de la FM Huayra Quimbal, una radio escolar de Barrio Marina, Castelar sur. “La Huayra”, como la conocen todos en la zona, tampoco recibe pauta oficial y permanece al aire gracias a la colaboración de comercios de la zona, que pagan por la transmisión de sus avisos.

Al no estar beneficiadas por ninguna política oficial, estas tres emisoras recurren a diferentes métodos para lograr sobrevivir y mantenerse al aire.

La venta de espacios, las publicidades, acuerdos con producciones independientes y sobre todo los eventos culturales son las principales fuentes de ingreso de dinero.  En el caso de FM En tránsito trabajando en conjunto con Planeta Oeste Producciones, lleva adelante muchos eventos como recitales de rock y obras de teatro que les sirve como método de sustento. Asimismo, la venta de espacios y la publicidad local terminan de conformar un esquema de ingresos que les permite salir al aire y mantener una estructura.

En el caso de FM Fribuay este esquema se repite. La emisora realiza acuerdos con producciones independientes que pagan un monto determinado (a veces simbólico) para poner un programa al aire. Además, tienen un acuerdo con el Centro Cultural Maradona ubicado en la localidad de Villa Sarmiento, donde programan y llevan adelante recitales, presentaciones de libros, charlas y otras propuestas de carácter cultural que les generan una entrada de dinero para la radio. Los ingresos por publicidades son mínimos en esta emisora.

El sólo hecho de lograr salir al aire es todo un desafío para radios comunitarias que no cuentan con la ayuda del Estado.

El ejemplo de FM Huayra Quimbal confirma esa afirmación, ya que al no recibir pauta oficial y al no vender sus espacios -se trata de una radio escolar gestionada por la propia comunidad educativa del CENS 454. Ver: Perfil “La Huayra”- únicamente le queda recurrir a las publicidades de los comerciantes de la zona como forma de colaboración.

Las subas en las tarifas del servicio de luz golpeó duramente a estas radios y es otro factor de importancia a la hora de analizar la crisis que atraviesan. Por ejemplo, la FM Fribuay llegó al punto de tener que interrumpir la transmisión en horas de la noche ya que no podía afrontar los costos.

Desde las tres radios aseguraron que la prioridad a la hora de salir al aire es siempre poder cubrir el sueldo del operador o la operadora. Es incluso lo que se deja en claro antes de iniciar cualquier proyecto o producción independiente, ya que contar con operadores capacitados y bien remunerados resulta esencial para la calidad de la emisión.

Con los principales puntos de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual derogados por un decreto presidencial en diciembre de 2015, con una ordenanza municipal que no se cumple y sin ninguna ayuda, incentivo o fomento de parte del Estado, el panorama de las radios comunitarias y sin fines de lucro no es bueno. Los métodos alternativos para generar ingresos y la colaboración de la comunidad parecen ser los pilares sobre los que se sostienen para seguir saliendo al aire.

Al mismo tiempo, estas radios suelen ser de las pocas voces que critican, dan a conocer denuncias o intentan dar lugar a sectores disidentes en el distrito, quizás allí radican las razones de sus dificultades para subsistir, pero también gracias a esa tarea es que cuentan con el acompañamiento de gran parte de la comunidad para seguir adelante.

bottom of page